La maniobra de Heimlich para niños mayores de un año consiste en colocarse detrás de él y con el pulgar de la mano no dominante extendido buscarle el ombligo para presionar en ese punto cerrando el puño y con ambas manos, una encima de la otra.
La presión ha de ser fuerte y rápida, hacia dentro y arriba, empujando hasta que salga el cuerpo extraño que ahoga al niño.